La centrífuga refrigerada está equipada con un sistema de enfriamiento que mantiene la temperatura de la muestra baja durante el proceso de centrifugación. Esto es particularmente importante para muestras que son sensibles al calor o requieren bajas temperaturas para mantener su integridad.
El sistema de refrigeración en la centrífuga se basa típicamente en un compresor y un intercambiador de calor que enfría el rotor y los tubos de muestra a la temperatura deseada. Esto permite al usuario establecer la temperatura a la que ocurrirá la centrifugación, asegurando que la muestra permanezca a la temperatura deseada durante todo el proceso.
Casi todas las centrifugadoras de Glanlab se pueden configurar con un sistema de enfriamiento de acuerdo con las necesidades del cliente.